Hola, Medellín,
Te escribo porque quiero contarte lo que siento, lo que sueño para ti y lo que hemos estado haciendo para que esos sueños se vuelvan realidad.
A veces pienso en lo mucho que tienes para darnos: tus barrios llenos de historias, tu gente tan luchadora, y cómo, a pesar de las dificultades, siempre encuentras la manera de levantarte. Pero también pienso en lo que podemos hacer para que seas un lugar mejor para todos.
Hace poco, junto con otros jóvenes como yo, organizamos una actividad que llamamos "Lideramos el cambio que soñamos". Fue increíble. Comenzamos con una meditación guiada, un momento para estar presentes y conectar con quienes nos acompañaban, un grupo de adultos mayores. Después, compartimos con ellos un bingo lleno de risas y una presentación de baile que, más allá de divertirnos, nos hizo sentir cómo el arte puede ser un puente entre generaciones. Cerramos la jornada compartiendo un refrigerio, pero lo más importante no fue lo que comimos, sino lo que aprendimos.
Parece sencillo, ¿verdad? Pero, ¿qué tan fácil es realmente ponerte en los zapatos de otra persona? ¿Escuchar sus historias, comprenderlas sin juzgar? A veces, vivimos tan dentro de nuestra burbuja que olvidamos que hay otras maneras de leer la ciudad, de entender sus rincones y las personas que los habitan. Bailar es divertido, claro, pero bailar pensando en el significado de cada movimiento, en cómo conecta con otros, es otra cosa. Decir lo que pienso puede ser fácil, pero escuchar lo que otros sienten y aprender de ellos... eso ya es un desafío mayor. Y ahí estaba el reto: en un espacio con tantas personas, ¿Cómo leo lo que pasa a mi alrededor, más allá de lo que veo a simple vista? Ese día aprendimos a mirar la ciudad con otros ojos.
Medellín, lo que más me llevo es que, como jóvenes, podemos liderar el cambio que soñamos, pero para hacerlo necesitamos empezar por aprender a escuchar, a entender, y a conectar con quienes nos rodean. Esa es la verdadera transformación, la que ocurre cuando nos damos la oportunidad de aprender unos de otros.
Sueño con una ciudad donde actividades como esta sean normales, donde los barrios estén llenos de oportunidades y donde la gente se sienta acompañada. Quiero una Medellín donde no solo se hable de los problemas, sino de cómo estamos trabajando juntos para resolverlos.
Esta experiencia me dejó claro que, como jóvenes, tenemos mucho que aportar. No somos solo el futuro; somos el presente, y queremos hacer nuestra parte. Medellín, estoy convencido de que podemos construir algo increíble si todos ponemos un poco de nuestra energía, creatividad y ganas.
Con cariño y esperanza,
Un joven que cree en ti. Un joven Transformador.
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