A mi me encanta conocer nuevos lugares y culturas, probar su gastronomía, recorrer sus calles y tratar de imaginar sus historias... pero y si fuera yo la que jugara de local y el turista se convirtiera en una presencia permanente, bulliciosa y contaminante...? si mi tranquilidad se viera afectada y me desplazaran de mi barrio...?
¿Cómo encontrar ese equilibrio que permita que el turismo genere beneficios económicos para las comunidades sin impactar negativamente la vida de los territorios?